La dictadura Ortega Murillo, cada vez más es desnudada en sus graves violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad en Nicaragua, tal y como expuso el más reciente informe del del Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua (GHREN), y lo peor es que estas violaciones no solo se comenten contra la población civil dentro del país, sino también contra los exiliados nicaragüenses, quienes incluso han sido desnacionalizado por el régimen sandinista.
En su intervención oral en la 57 período de sesiones del Consejo de derechos Humanos de la ONU, Jan-Michael Simon, presidente del GHREN, destacó que han establecido hechos y circunstancias que constituyen, prima facie (a primera vista), crímenes de lesa humanidad, particularmente, persecución por motivos políticos, hechos que comportan graves violaciones y abusos de derechos humanos, y que incluyen la privación de la nacionalidad por motivos políticos; hechos que se han quedado impunes y sin reparación alguna, por lo que consideraron tener argumentos suficientes para establecer que tanto los dictadores Daniel Ortega como Rosario Murillo, son los principales responsables.
El informe destaca que la concentración de todos los poderes del Estado, principalmente del Poder Judicial, es cada vez más dura por parte de la pareja presidencial, y que en la actualidad en este país no se cumplen ni con el más mínimo estándar de independencia judicial.
“Se instrumentaliza cada vez más el Estado en su conjunto, incluso con el apoyo de elementos paraestatales. Al presente, hemos identificado al menos 66 personas en los niveles medio y superior del aparato organizado de poder bajo el mando de los dos gobernantes de Nicaragua. Este aparato sigue facilitando, coordinando y ejecutando graves violaciones y abusos de derechos humanos”, expone el informe.
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Simons expuso que se continúan las detenciones arbitrarias, torturas y malos tratos y la instrumentalización del derecho penal, para eliminar cualquier oposición, real, potencial o percibida como tal. Para resumirlo: “las víctimas se ven obligadas a elegir entre la cárcel y la salida del país. Ejemplo muy reciente de esto es la salida del país de 135 personas presas por motivos políticos, ninguna de ellas presos políticos indígenas”, añadió.
Otros tipos de violaciones con alcance fuera del país
El informe es contundente al denunciar que las víctimas que están fuera del territorio nacional siguen siendo privadas arbitrariamente de sus medios de vida. Se le niega también arbitrariamente la entrada a su país, entre numerosos modos de denegación de una nacionalidad efectiva. Las más de 700 víctimas en el extranjero registradas por nosotros representan apenas una muestra de la dimensión de estas “violaciones por extensión”.
De igual manera subraya que un patrón particularmente grave de violaciones con alcance transfronterizo sigue siendo la “violación por asociación”. En la actualidad, familiares de personas opositoras al Gobierno, o percibidas como tales, siguen siendo victimizadas únicamente por sus lazos familiares. Un aspecto muy grave de este patrón es la afectación de al menos un centenar de niñas y niños.
