Tras la negativa del Gobierno de Panamá a la solicitud de salvoconducto para la salida del territorito del expresidente Ricardo Martinelli, quien pretendía exiliarse en Nicaragua, el exembajador ante la OEA, Arturo McFields, afirmó que la administración Ortega-Murillo está cometiendo errores al meterse en asuntos internos de otra nación.
«Esta situación en la que se está involucrando la dictadura de Nicaragua es vergonzosa, porque no está siendo noticia por algún logro o por la construcción de la democracia, sino por la corrupción y vinculación a actividades oscuras que tienen que ver con delitos internacionales», señaló el exdiplomático a Darío Medios Internacional.
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Recordó, además, que en los últimos años de sandinismo, más de 100 personas se han asilado en Nicaragua, «y no estamos hablando de luchadores por la democracia, sino que son exguerrilleros de Colombia, terroristas; gente vinculada a actividades delincuenciales en Argentina, Italia y Livia».
Asimismo refirió que los que delincuentes asilados en Nicaragua que más destacan son los expresidentes y prófugos de la justicia de El Salvador Mauricio Funes y Salvador San Sánchez Cerén, «y ahora Martinelli que hizo el intento —de refugiarse en el país—».
«Yo creo que eso no va a acabar muy bien para la dictadura de Nicaragua, porque se está metiendo en camisas de 11 varas y a Ortega le va a salir el tiro por la culata porque se está metiendo en un problema que en lugar de obtener beneficios, a como inicialmente esperaba, está recibiendo pronunciamientos fuertes de parte de Panamá y Estados Unidos, reacciones que no había calculado», subrayó.
«Complejo caso el de Martinelli»
En cuanto a cómo queda la situación de Martinelli, luego de la negativa de Panamá para que saliera del país, McFields dijo que es algo complejo, «porque a pesar de que está enlodado era uno de los candidatos —presidenciales— que estaba liderando las encuestas».
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«Justo cuando —Ricardo Martinelli— va liderando las encuestas sucede esto, siendo un tema muy complejo que solo los panameños entenderán por qué alguien que está metido en casos de corrupción iba liderando las encuestas».
Por otra parte, McFields refirió la dictadura orteguista tiene muchos beneficios al tener asilado a Martinelli, debido a millones que se habla que ha manejado debido a diversas transacciones».
«También hay un beneficio político porque sea lo que sea, Martinelli tiene unas conexiones internacionales dentro y fuera de Panamá que Ortega ni en sus sueños más ambiciosos ha tenido en Nicaragua, pero que apuesta a utilizar ese poder como lo ha hecho con otros expresidentes que ha alojado en el país», indicó.
Por su parte, el abogado e integrante del consejo político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab), Héctor Mairena, afirmó que la posición del gobierno panameño es correcta, porque asegura que «no cabe el asilo ante delitos comunes».
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«Martinelli está acusado de delitos comunes y obviamente él lo quiere politizar. Lo otro relevante es la honra del gobierno panameño que deja sentado que más declaraciones políticas de Martinelli, desde la sede de la embajada serán consideradas como injerencia. Muy digna y en pleno ejercicio de su soberanía», resaltó Mairena.
Ricardo Martinelli fue presidente de Panamá desde 2009 hasta 2014. Posterior fue condenado por la justicia canalera a 10 años de prisión por lavado de dinero. Para las elecciones previstas para el cinco de mayo de este año, aspiraba retornar a la Presidencia.
