El caos se apoderó de las calles de Managua tras la devastadora llegada de la Onda Tropical 3 a territorio nicaragüense. Una ciudad sumergida en aguas turbulentas, vehículos arrastrados por la corriente y una población desesperada por hacer frente a una situación que se repite año tras año.
Desde las primeras horas del día, las redes sociales se inundaron de videos y testimonios que reflejaban la magnitud del desastre. Calles convertidas en ríos, vehículos varados, y la impotencia de quienes se veían atrapados en medio de la furia de la naturaleza.
Los barrios más afectados, como El Paraíso, El Riguero, y las cercanías del Mercado Oriental, fueron testigos de escenas desgarradoras. Yahaira, habitante de uno de los sectores más vulnerables, relató cómo las aguas invadieron su hogar, arrastrando consigo muebles, electrodomésticos y recuerdos preciados.
Pero este no es un problema nuevo para los residentes de Managua. Año tras año, con la llegada de la temporada lluviosa, la ciudad se ve sumida en el caos. Las pérdidas económicas se acumulan, y la incertidumbre se apodera de quienes saben que cada gota de lluvia es sinónimo de desgracia.
La falta de infraestructura adecuada agrava la situación. A pesar de los supuestos millones de córdobas invertidos por la Alcaldía en mejoramiento de calles, drenaje pluvial y cauces, el desastre parece inevitable. Los cauces rebasados, las calles convertidas en trampas mortales y las viviendas inundadas son el triste testimonio de un sistema que no logra proteger a sus ciudadanos.
El Mercado Oriental, corazón comercial de la ciudad, no escapó a la furia de la naturaleza. Comerciantes y compradores se vieron obligados a enfrentarse a corrientes de agua y montañas de basura, mientras sus negocios sufrían daños irreparables.
Las autoridades, conscientes de la gravedad de la situación, se movilizaron para intentar paliar los efectos del desastre. Sin embargo, sus esfuerzos parecen insuficientes ante la magnitud del problema. La llegada de más ondas tropicales en los próximos días augura días difíciles para una ciudad ya golpeada.
El Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER) emitió una alerta sobre la persistencia de las lluvias en los próximos días, advirtiendo sobre el riesgo de inundaciones, crecidas de ríos y deslizamientos de tierra en todo el territorio nacional. Una advertencia que pone de manifiesto la vulnerabilidad de un país que parece condenado a repetir los mismos errores una y otra vez.
La tragedia se repite y repetirá con la llegada de más lluvias en Managua, una ciudad que lucha por mantenerse a flote ante la embestida de la naturaleza. Mientras tanto, sus habitantes se aferran a la esperanza de que algún día, las autoridades tomen medidas efectivas para proteger sus vidas y sus hogares de las furias del cielo.