El mandatario brasileño a Luiz Inácio Lula da Silva, quien en algún momento fue amigo íntimo de los dictadores Daniel Ortega y Nicolás Maduro, ha decidido dejar totalmente solas a las dictaduras de Nicaragua y Venezuela, al parecer estos dos regímenes ya perdieron como aliado importante al gigante del sur.

Todo indica que Lula se encuentra cansado de los pleitos nada éticos, en que se ha visto involucrado por parte de estos caudillos; en relación a Nicaragua dijo que no puede continuar preocupándose, un día pelear con Nicaragua, otro con Venezuela, otro pelearme con no sé quién y especificó que su responsabilidad era luchar para que Brasil vaya en la dirección correcta.

En agosto durante la cumbre de jefes de Estado de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP), el caudillo sandinista aprovecho ese espacio diplomático, para atacar al presidente brasileño, quien exigía a Nicolás Maduro que presentará las actas electorales de los cuestionados comicios presidenciales del pasado 28 de julio.

Ante estas exigencias Ortega le dijo a Lula que era un irrespetuoso y arrastrado por no reconocer el supuesto triunfo de Maduro. “Si querés que te respete, respétame, Lula. Si querés que te respete el pueblo bolivariano, respeta la victoria del presidente Nicolás Maduro y no andes ahí de arrastrado”.

Maduro un problema de Venezuela

Da Silva, afirmó que su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, es un “problema” de Venezuela y no de Brasil, por lo que no puede continuar preocupándose por la política del país vecino, con el que han surgido tensiones diplomáticas, y dijo que, tenían que tener  mucho cuidado cuando lidiamos con otros países y otros presidentes, aseguró que Maduro es un problema de Venezuela, no es un problema de Brasil, tales declaraciones las brindo durante una entrevista con la cadena de televisión RedeTV.

Lula es uno de los tantos mandatarios que aún no reconoce al régimen de Nicolás Maduro como presidente electo de las cuestionadas elecciones de Venezuela el pasado 28 de Julio, por el contrario, ha buscado la vía del dialogo, paraqué esta nación salga de la crisis social y política en que se encuentra.

Recordemos que, durante el mes de octubre, el Gobierno brasileño vetó la entrada de las dictaduras de Venezuela y Nicaragua como miembro asociado del grupo de países emergentes BRICS, y mientras los caudillos del Carmen guardaron silencio, la dictadura de Venezuela criticó el supuesto   “injerencismo” de Lula y llamó a consultas a su embajador en Brasilia.