El flujo migratorio hacia México ha experimentado un cambio significativo en los primeros siete meses de 2024. Las solicitudes de refugio han descendido un 46.86 % en comparación con el mismo período del año anterior, según datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR). A pesar de esta disminución, el número de solicitantes sigue siendo considerable, con 46,920 personas que han buscado asilo en México de enero a julio de este año.
Orígenes y tendencias migratorias
El grueso de las solicitudes proviene de seis países, en su mayoría centroamericanos y caribeños, representando el 87.1% del total. Honduras lidera la lista con 19,803 solicitudes, seguido por Cuba con 9,914, Haití con 4,022, El Salvador con 3,842, Guatemala con 2,671, y Venezuela con 2,549. Otros países de origen incluyen Colombia, Nicaragua, Ecuador y Chile, siendo estos últimos hijos de haitianos.
El año pasado, México registró el mayor número de solicitantes de asilo en su historia, con 140,854 personas. Sin embargo, las nuevas restricciones implementadas por la COMAR han influido en la disminución de las solicitudes. Estas restricciones buscan evitar que los migrantes utilicen a México como un trampolín para obtener documentos legales de tránsito y, posteriormente, buscar asilo en los Estados Unidos.
Impacto de las restricciones y procedimientos migratorios
Andrés Ramírez, titular de la COMAR, ha señalado en varias ocasiones que algunas nacionalidades utilizaban la dependencia como un medio para avanzar hacia el norte. Este fenómeno inflaba las cifras y limitaba las oportunidades para aquellos migrantes que realmente deseaban quedarse en México. De las 46,920 solicitudes presentadas este año, solo 14,037 han sido aprobadas, lo que representa un 30 % del total.
Las oficinas de la COMAR en Tapachula, Chiapas, continúan recibiendo la mayor cantidad de peticiones, con un 67 % del total nacional. Otras delegaciones con alta demanda incluyen Ciudad de México, Tabasco, Nuevo León, Veracruz, Baja California, Jalisco y Coahuila. A pesar del descenso en las solicitudes, miles de migrantes siguen ingresando a diario a territorio mexicano por la frontera sur, muchos de los cuales no realizan ningún trámite de regularización y continúan su camino hacia los Estados Unidos.
Disminución del flujo migratorio y eficiencia en procesos
Operativos implementados a finales del año pasado han contribuido a la disminución del flujo migratorio hacia ciudades fronterizas como Piedras Negras. Según el Secretario del Ayuntamiento, José Hermelo Castillón Martínez, los albergues municipales actualmente albergan entre 250 y 270 personas, una cifra significativamente menor en comparación con los meses previos. La mayoría de los migrantes que llegan a esta ciudad ya han iniciado su proceso migratorio a través de la aplicación CBPOne, lo que ha permitido un procesamiento más eficiente de las solicitudes por parte de las autoridades estadounidenses.
Esta disminución en el flujo migratorio ha permitido a las autoridades municipales brindar una mejor atención a los migrantes y reducir la presión en los servicios públicos de la ciudad. Los migrantes esperan su turno para cruzar la frontera de manera organizada, en grupos de 30 personas, cruzando dos veces al día según la confirmación de las autoridades norteamericanas.
Inseguridad en Tapachula
El municipio de Tapachula, Chiapas, se ha convertido en un epicentro del fenómeno migratorio en México. La ciudad registra uno de los niveles más altos de percepción de inseguridad del país, con un 84.7 % de sus residentes sintiéndose inseguros, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU). Esta percepción se ha incrementado debido a la presencia de carteles del narcotráfico que disputan el control del territorio, provocando el desplazamiento forzado de cientos de mexicanos hacia Guatemala.
Rafael Alegría López, defensor de los derechos de migrantes, ha denunciado el incremento de la inseguridad en la región debido al descuido de las autoridades. La violencia también afecta a la comunidad migrante, que a menudo sufre robos y otros actos violentos en su travesía hacia el norte.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha reconocido la presencia de grupos criminales en Chiapas, y ha expresado su preocupación por el reclutamiento forzado de jóvenes para integrar bandas delictivas. Esta situación ha sido calificada como grave e incontrolable por varios líderes locales, quienes han señalado que la inseguridad impide a los habitantes realizar sus actividades cotidianas con normalidad.
A pesar de la reducción en las solicitudes de refugio en México, el país sigue enfrentando desafíos significativos en su gestión migratoria. Las nuevas restricciones han tenido un impacto notable en las cifras, pero la inseguridad en regiones clave como Tapachula y la continua llegada de migrantes subrayan la complejidad de la crisis migratoria. Las autoridades mexicanas deben equilibrar la implementación de políticas de control migratorio con la protección de los derechos humanos y la atención adecuada a los migrantes que buscan refugio en el país.