El dictador Daniel Ortega abrió relaciones diplomáticas este viernes con la República Federal de Somalia, un Estado intervenido militarmente por los Estados Unidos, luego de ser acusado de promover el terrorismo.
Con el establecimiento de estas relaciones diplomáticas, Ortega completa la diplomacia con los 54 países de África, mientras su régimen, cada día se aísla de los gobiernos de América, con quienes mantiene una férrea disputa.
El establecimiento de las relaciones estuvo a cargo del canciller nicaragüense Valdrack Jaentschke, ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua y Ahmed Moalim Fiqi, canciller de Somalia, luego de sostener un encuentro durante la 79 Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, Estados Unidos.
Jaentschke se estrenó como canciller del régimen sandinista, quejándose por las sanciones impuestas por los Estados Unidos contra algunos funcionarios de la dictadura de Daniel Ortega, quienes han sido señalados de violar los derechos humanos de los nicaragüenses.
En una nota de prensa, el régimen sandinista, detalló que el objetivo de estas relaciones diplomáticas con Somalia, es para recordar y fortalecer “los vínculos históricos, culturales de Nicaragua con África y sus luchas anticolonialistas y antiimperialistas”.
Somalia, un enemigo de Estados Unidos
El 17 de mayo de 2022, el Gobierno de los Estados Unidos, ordenó el envío de militares a Somalia, para luchar contra Al Shabab, un grupo terrorista yihadista afiliado a Al Qaeda que se ha extendido por zonas del centro y el sur del país africano.
Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, ordenó en mayo de 2022, el envío de cientos de militares, 18 meses después que Donald Trump, expresidente de los Estados Unidos decidió retirar a los soldados norteamericanos.
Según el portavoz de ese entonces del Pentágono, John Kirbi, Al Shabab, una organización somalí se había convertido en una amenaza para los Estados Unidos.
“El objetivo es que las fuerzas locales puedan luchar de forma más efectiva contra Al Shabab, que se ha vuelto más fuerte y supone una amenaza”, señaló Kirbi en ese momento.
Kirby había indicado que no se trata de un nuevo despliegue militar sino de un “reposicionamiento de fuerzas que ya están en la zona, y que han estado entrando y saliendo de Somalia de forma episódica desde enero de 2021”.
Según la administración de Biden, “Al Shabab sigue llevando a cabo ataques en Somalia y en la región. Y sabemos que en el pasado han expresado la intención y el deseo de atacar fuera de la región, incluso contra intereses estadounidenses. Así que estamos observando esto de cerca”, añadió el portavoz del Pentágono en rueda de prensa en mayo de 2022.