La situación del robo electoral que se ha perpetuado en Venezuela, trae a colación con algunos fraudes electorales en la historia de Latinoamérica, como fue la comparación que hizo recientemente el exreopolítico y desterrado nicaragüense Juan Sebastián Chamorro en 1947 en Nicaragua bajo la dictadura de Anastasio Somoza García.
“La prueba más clara del fraude electoral en Venezuela son los números. Pues el Consejo Electoral le concedió a Maduro el 51.2% y a don Edmundo (González) el 42.2%. Esto me hace recordar la elección añadió de Somoza García, en 1947 donde una colisionó libero-conservadora presidida por Enoc Aguado, y Leonardo Arguello títere de Somoza, en esa época las votaciones eran filas separadas y todo el mundo vio quien había ganado. Evidentemente Enoc había ganado, pero Tacho Somoza García mandó a invertir los números”, recordó Chamorro, tal y como ordenó Nicolás Maduro al presidente del CNE.
Según cuenta la leyenda el somocista Modesto Salmerón, quien fungía como presidente del Poder Electoral, el día de las elecciones, mientras se fumaba un habano les decía a los votantes: “voten, voten, que quien cuenta los votos soy yo”, de forma descarada.
Lamentable la decisión de la OEA
Respecto a la reciente votación en la sesión extraordinaria de la OEA, donde no se pudo reunir los votos suficientes para el cese de la represión y la transparencia de los votos, Chamorro lamentó esta decisión que fue boicoteada por países de izquierda Brasil y México.
“La no aprobación en el Consejo de la OEA, de una resolución relacionada al fraude de Venezuela, es realmente lamentable que la mayor parte de los países del Caribe, a excepción de Jamaica y Haití, se abstuvieron, muy lamentable que Honduras, Colombia y Brasil se abstuvieron, pero incluso la posición de México y de San Vicente y las Granadinas de ausentarse”, recalcó el político nicaragüense.
Al final de las votaciones en la OEA lamentó que este organismo se convierte en lo que lo la mayoría de los países quieren y que estas naciones. Cuestionó que le han dado la espalda a Venezuela al parecer quieren que la OEA deje de ser un órgano relevante que atienda las necesidades de la población Latinoamérica.
Recalcó que en la balanza de las votaciones se inclinó más por los petrodólares venezolanos, los intereses ideológicos “y la defensa ciega de un régimen que todas luces ha cometido el mayor fraude electoral en la historia del continente”.