La prohibición de un vuelo que trasladaría a exmandatarios latinoamericanos desde Panamá a Venezuela, para actuar como observadores en las elecciones presidenciales de mañana, domingo 28 de julio de 2024, aumentó la tensión en torno a estos comicios en el país suramericano, en los que Nicolás Maduro busca un tercer mandato que lo proyectaría a 18 años en el Poder Ejecutivo. La medida ha generado controversia y críticas tanto a nivel local como internacional.
Nicolás Maduro, de 61 años, enfrenta como principal rival al exdiplomático Edmundo González Urrutia, de 74 años, postulado por la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) tras la inhabilitación política de la candidata original, María Corina Machado, y otros dirigentes opositores.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, denunció este viernes que las autoridades venezolanas impidieron el despegue desde el aeropuerto de Tocumen de un vuelo de Copa Airlines que tenía entre sus pasajeros a los exgobernantes. Mulino explicó en un mensaje en la red social X que el “bloqueo del espacio aéreo venezolano” motivó la situación.
El grupo, invitado por la oposición venezolana, estaba integrado por los expresidentes Mireya Moscoso (Panamá), Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica), Jorge Quiroga (Bolivia) y Vicente Fox (México), todos miembros de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (Grupo IDEA) y fuertes críticos del gobierno de Maduro.
“Mala señal para el domingo”, dijo Fox en una entrevista con el mexicano Grupo Fórmula. “Nos bajaron del avión con chantaje y con presiones emitidas desde Venezuela”, denunció.
El jueves 25 de julio, el poderoso dirigente chavista Diosdado Cabello adelantó que se les impediría la entrada a Venezuela. “Si usted no está invitado a una fiesta, ¿qué le dicen? (…), le dicen: ‘por favor, tenga la amabilidad, y se retira’ (…). No están invitados, son showseros”, dijo en su programa de televisión. “Acá no van a venir a joder; este país se respeta”, agregó.
Por otra parte, la derecha española denunció este viernes que una delegación de congresistas y eurodiputados que envió a Venezuela para observar las elecciones presidenciales fue retenida en el aeropuerto de Caracas. “Me acaban de comunicar que la delegación del Partido Popular formada por 10 diputados, senadores y europarlamentarios está retenida en el aeropuerto de Caracas por el régimen de (Nicolás) Maduro”, escribió en la red social X Alberto Núñez Feijóo, líder de esa formación, la principal de oposición.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores señalaron a la AFP que el Partido Popular (PP) ya había sido advertido de que las autoridades venezolanas habían denegado su solicitud de observar las elecciones. El PP de España había sido notificado de la “inadmisión por parte de Venezuela de esta solicitud”, pese a lo cual realizaron el viaje a Caracas, indicaron estas fuentes. Los parlamentarios “han sido atendidos por el cónsul general de España en Caracas que estaba esperándoles en el aeropuerto”, agregaron las fuentes.
“El tirano Maduro se ha comportado como lo que es y nos ha impedido la entrada a Venezuela, pese a estar invitados por la candidatura” de Edmundo González Urrutia y María Corina Machado, señaló de su lado en X el portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado. Tellado era uno de los congresistas que se encontraban en el aeropuerto de Maiquetía, que sirve a la capital venezolana. “El chavismo no quiere testigos. No quiere que la comunidad internacional tenga ojos y oídos en Venezuela durante este fin de semana, y por eso han impedido la entrada de delegaciones de distintos países”, agregó Tellado.
En este contexto, Maduro ha invitado a 600 observadores internacionales provenientes de países como Rusia, China e Irán, donde no se destacan por realizar elecciones abiertas, justas y democráticas. Para que los observadores internacionales sean admitidos, la condición indispensable es pertenecer a una organización de izquierda, ser aliado y no criticar al régimen, de lo contrario, serán vetados por las autoridades chavistas.
Entre los invitados internacionales figuran el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, conocido por su lealtad y defensa del régimen de Maduro, y los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez, quienes han realizado numerosos viajes a Caracas. El canciller venezolano, Yvan Gil, ha recibido delegaciones rusas, chinas, iraníes, norcoreanas, nicaragüenses y cubanas para dar un “baño de veedores internacionales” a las elecciones, similar a lo que ocurre en países como Rusia bajo el mandato de Vladimir Putin, o en Nicaragua con Daniel Ortega en el año 2021, sin competencia real.
El régimen chavista presenta a los observadores rusos y chinos como “expertos electorales”. “Hemos recibido la delegación oficial de expertos de la República Popular China, quienes estarán presentes para acompañar el proceso electoral del 28 de julio. Abordamos el sólido sistema de votación venezolano y el ambiente de paz que prevalece en el país”, detalló el canciller venezolano. Sin embargo, estos observadores tienen limitaciones estrictas y no pueden declarar ni expresar sus opiniones dentro de Venezuela, según fuentes consultadas por Darío Medios Internacional.
El Centro Carter, que ya se encuentra en Venezuela, ha sostenido reuniones tanto con miembros del Gobierno como de la oposición, incluyendo al propio candidato Edmundo González Urrutia, pero tampoco pueden dar declaraciones. También participan representantes de diversas organizaciones internacionales como el Panel de Expertos Electorales de la ONU, la Comunidad de Estados y Caribeños (Celac), la Comunidad del Caribe (Caricom), la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniorec), la Unión Africana y el Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica.
Entre los invitados figuran cuatro expresidentes: Leonel Fernández (República Dominicana), Ernesto Samper (Colombia), José Luis Rodríguez Zapatero (España) y Martín Torrijos (Panamá), todos integrantes del Grupo de Puebla. A pesar de esto, Maduro no dudó en revocar la invitación al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva por haber cuestionado sus amenazas de violencia si perdía las elecciones, y el expresidente argentino Alberto Fernández también fue excluido por críticas similares.
La prohibición del vuelo de Copa Airlines y la retención de delegaciones internacionales ha intensificado aún más la ya tensa atmósfera en Venezuela, donde las elecciones del domingo son vistas como un punto crucial para el futuro del país suramericano, entre el cambio institucional o la continuidad del régimen autoritario chavista. La comunidad internacional y las agencias de noticias siguen con atención los eventos, cuando las fronteras ya se encuentran cerradas, cuestionando la transparencia y legitimidad del proceso electoral bajo el régimen de Maduro.