En una medida contundente, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a través de su Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), ha impuesto sanciones a la organización de tráfico de personas Abdul Karim Conteh (Karim HSO, por sus siglas en inglés). Esta organización criminal transnacional tiene su sede en Tijuana, México, y filiales en Nicaragua, según la administración del presidente Joseph Biden. El anuncio se realizó mediante un comunicado de prensa que detalla las actividades ilícitas de esta red y sus principales actores.

Líderes de la red criminal

Entre los sancionados se encuentra Abdul Karim Conteh, ciudadano de Sierra Leona y líder de la organización, quien ha sido acusado de contrabandear a miles de migrantes desde diversas regiones del mundo hacia Estados Unidos. La lista de sancionados también incluye a Verónica Roblero Pivaral, esposa de Karim y ciudadana mexicana, quien desempeña un papel crucial en la organización, facilitando el transporte de migrantes y gestionando los pagos de las operaciones de contrabando.

Otros miembros sancionados son Pasaman Francis Marin Abbe Pidoukou, ciudadano de Togo, e Issa Kamara, ciudadano de Sierra Leona. Ambos son responsables de facilitar el transporte de migrantes para la Karim HSO.

Impacto de las sanciones

Las sanciones se basan en la Orden Ejecutiva 13581, modificada por la EO 13863, que permite al gobierno estadounidense actuar contra organizaciones criminales transnacionales significativas. Como resultado de estas sanciones, todos los bienes e intereses en bienes de los individuos designados que se encuentren en Estados Unidos, o en posesión o control de personas estadounidenses, quedan bloqueados y deben ser reportados a la OFAC.

Brian E. Nelson, subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, destacó que estas acciones forman parte de los esfuerzos continuos para abordar la crisis en la frontera suroeste de Estados Unidos, perturbando la capacidad de grupos criminales como la Karim HSO de participar en actividades ilícitas.

Operaciones y alcance global

La organización Karim HSO ha introducido ilegalmente a miles de migrantes a Estados Unidos, aprovechándose del sistema financiero estadounidense para recibir pagos por sus operaciones de contrabando. Su metodología incluye transportar a los migrantes a la frontera y asesorarlos sobre cómo cruzar ilegalmente. Además, la red criminal mantiene afiliaciones en Nicaragua, coordinando el movimiento de migrantes a través de este país.

Detención y extradición

El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció la detención de Abdul Karim Conteh, de 42 años, en Tijuana, México. Estados Unidos busca su extradición por cargos federales relacionados con sus actividades al frente de la organización de tráfico de personas. Verónica Roblero Pivaral, de 25 años, sigue prófuga.

Las acusaciones detallan que la organización de Conteh traficó a miles de migrantes de diversos países, incluidos Irán, Afganistán, Uzbekistán, Pakistán, Kazajistán, Turquía, Somalia, Camerún, Senegal, Mauritania, Etiopía y Egipto, a través de México, Centroamérica y Sudamérica hacia Estados Unidos. Los migrantes pagaban sumas considerables para ser transportados, con Nicaragua como uno de los puntos estratégicos en su ruta.

El éxito de esta operación se debe a la estrecha cooperación entre las autoridades estadounidenses y mexicanas, así como a la colaboración de varias agencias y departamentos, incluyendo la Fiscalía de Estados Unidos para el Distrito Sur de California, la Patrulla Fronteriza, y las Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI).

Además, la OFAC coordinó con el Gobierno de México, incluida la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), destacando la importancia de la colaboración internacional para desmantelar redes criminales transnacionales.

Nicaragua se ha convertido en un punto estratégico para la migración irregular hacia Estados Unidos, facilitando el tránsito de miles de migrantes que buscan evitar la peligrosa travesía del Tapón del Darién. Bajo la administración de Daniel Ortega, el país ha eximido de visado a varias nacionalidades, permitiendo que migrantes lleguen en avión a Managua y continúen su viaje hacia el norte. Esta política ha convertido la migración irregular en un lucrativo negocio para el régimen sandinista.

Según el medio nicaragüense Confidencial, el gobierno de Ortega ha ingresado millones de dólares en tasas y multas a migrantes de paso, con beneficios adicionales derivados de los altos costos de los vuelos y los servicios ofrecidos a los migrantes.

La administración Biden enfrenta un desafío significativo con la llegada masiva de indocumentados, que satura los recursos de las autoridades estadounidenses y aumenta el riesgo de entrada de personas con intenciones criminales o terroristas. Aunque Estados Unidos ha expresado su preocupación, el gobierno de Ortega ha mantenido un silencio absoluto sobre el asunto, permitiendo que el lucrativo negocio de la migración irregular prospere en Nicaragua.