La administración del presidente Joseph Biden ha detenido temporalmente la emisión de autorizaciones de viaje para el programa de parole humanitario, un esquema que permitía la entrada legal de hasta 30,000 migrantes mensuales provenientes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela (CHNV) a Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.). Esta decisión se ha tomado en respuesta a un informe interno que revela la presencia de fraude significativo en las solicitudes de patrocinadores del programa, según datos verificados por Darío Medios Internacional.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha comunicado que la pausa en la emisión de autorizaciones de viaje anticipadas, que comenzó a mediados de julio, se debe a la necesidad de revisar las solicitudes de patrocinadores, no las de los beneficiarios. El DHS subraya que tiene mecanismos en marcha para detectar y prevenir el fraude en sus procesos de inmigración, y que toma muy en serio cualquier abuso. En caso de identificar irregularidades, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE) se encarga de investigar y llevar los casos a los tribunales de inmigración, además de remitir los casos penales al Departamento de Justicia.

Este programa fue introducido en octubre de 2022 con el objetivo inicial de permitir a los venezolanos ingresar a EE.UU. bajo condiciones estrictas: no haber ingresado ilegalmente previamente, tener un patrocinador en EE.UU., y superar ciertos controles biométricos y biográficos. En enero de 2023, la administración Biden amplió la iniciativa para incluir a ciudadanos de Haití, Nicaragua y Cuba, elevando el número máximo de entradas mensuales a 30,000 personas. Los beneficiarios podían recibir permisos de trabajo y una autorización de residencia de dos años.

El informe interno que ha desatado la suspensión temporal del programa ha revelado que los formularios de solicitud presentaban números de seguro social, direcciones y números de teléfono que se utilizaban repetidamente. Algunos de estos datos se usaban en cientos de ocasiones, indicando un posible esquema de fraude en las solicitudes de patrocinadores.

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Frontera entre EE.UU. y México | Fotografía de EFE

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) dejó de emitir autorizaciones de viaje a venezolanos el 6 de julio y a los ciudadanos de las otras tres nacionalidades el 18 de julio, según una fuente del Congreso citada por Fox News. La pausa en la emisión de permisos afecta a un programa que ha visto la llegada de más de 104,000 cubanos a EE.UU. hasta finales de junio de 2024. La cifra total de autorizaciones aprobadas asciende a 106,757, ya que los beneficiarios tienen un plazo de hasta 90 días para viajar después de recibir la autorización. En términos de llegadas, Haití lidera con 194,027 personas, seguido por Cuba con 104,130, Venezuela con 110,541 y Nicaragua con 86,101.

El secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, ha defendido el programa de parole humanitario, destacando que ha proporcionado una “forma segura y ordenada” para que los migrantes lleguen a EE.UU. y que ha contribuido a reducir la migración irregular de esas nacionalidades. El informe interno, elaborado por la Dirección de Detección de Fraude y Seguridad Nacional, buscaba una respuesta rápida al fraude en programas de beneficios de inmigración, y ha llevado a una revisión exhaustiva para reforzar la integridad del proceso.

El DHS ha enfatizado que los beneficiarios del programa CHNV son sometidos a una evaluación rigurosa antes de su llegada a EE.UU., y que la revisión actual se centra exclusivamente en las solicitudes de patrocinadores. El departamento asegura que no se han detectado problemas significativos en la selección y verificación de antecedentes de los beneficiarios.

A medida que el DHS realiza esta pausa temporal y revisa los mecanismos para prevenir el fraude, la administración Biden busca restablecer el programa con las salvaguardas adecuadas para asegurar su efectividad y la integridad del proceso de inmigración. La suspensión del programa refleja un esfuerzo por parte del gobierno para abordar y corregir las irregularidades antes de continuar con la emisión de autorizaciones de viaje para futuros beneficiarios.

La suspensión de este programa no solo tiene implicaciones para los migrantes que buscan entrar legalmente a EE.UU., sino también para las políticas migratorias en general. A medida que se revisan y fortalecen las medidas contra el fraude, el impacto en los procesos de inmigración y en las comunidades afectadas podría ser considerable, destacando la necesidad de una vigilancia constante y una administración efectiva de los programas de beneficios migratorios.