A dos cadenas perpetuas fue sentenciado Rogelio Flores Zeledón, quien asesinó de múltiples machetazos a madre e hija el 12 de julio de este año en el municipio de Murra, Nueva Segovia.
Las víctimas son Guadalupe del Carmen Melgara Saldivar, de 33 años, y Enma Yolanis González Melgara, de 13 años. Para cometer el crimen, el asesino actuó en compañía de su hijo, refiere la sentencia.
La condena fue impuesta por la juez Verónica Fiallos, del Distrito Penal de Juicio de Ocotal, quien en su resolución indicó que la pena contra Flores Zeledón será revisable hasta que cumpla 30 años en prisión.
El acusado escuchó la sentencia después que fuera encontrado culpable en el juicio del pasado 29 de septiembre, donde se le acusó por el delito de “asesinato agravado” contra Carmen Melgara y su hija.
Ambas mujeres fueron asesinadas en la comunidad Guapinolón, del municipio de Murra, en el departamento de Nueva Segovia.
Según el libelo acusatorio, madre e hija se dirigían a un punto minero de la localidad con la esperanza de lavar arena y encontrar broza de oro que les permitiera obtener algo de dinero para cubrir sus necesidades, cuando fueron masacradas.
La acusación señala que entre las armas utilizadas en el doble crimen son un machete de fabricación colombiana de 69 centímetros y medio de largo, con el cual Rogelio le realizó 20 heridas a Guadalupe Melgara.
El sobrino del hombre utilizó una cutacha para causarle 14 lesiones a Enma Yolanis, quien falleció en el lugar de forma instantánea.
Madre e hija murieron mutiladas
El dictamen forense presentado por la Fiscalía, señala a Guadalupe Melgara, los machetazos le mutilaron los brazos, desprendieron el cuero cabelludo, mientras que a su hija le cortaron los dedos de ambas manos y dejaron heridas en los brazos, espalda y rostro.
Como agravante en la comisión de los dos asesinatos la judicial subrayó la alevosía, la saña, la minoría de edad de una de las víctimas y el hecho que los crímenes fueron cometidos en un lugar despoblado.
En el fallo de culpabilidad, la jueza señaló que las veinte heridas encontradas en el cuerpo de Guadalupe y las 14 en la adolescente, demuestran el desprecio por la vida de parte del acusado.
Los cuerpos de las víctimas fueron encontrados en el suelo, con sus botas de hule llenas de sangre, cerca del caudal del río que cruza el municipio.
Informes preliminares de organizaciones feministas señalan que en lo que va del año, 63 mujeres han perdido la vida. De las 63 víctimas, en enero y febrero se registraron 4 crímenes, respectivamente, en marzo un total de 13, en abril fueron asesinadas 8 mujeres, en mayo 14, y en junio un total de 4. Mientras que en julio 4 nicaragüenses fueron asesinadas, en agosto y septiembre un total de 5, respectivamente, y en lo que va de octubre 2.