La Policía del régimen sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo detuvo al padre Asdrubal Zeledón Ruiz, de la Diócesis de Jinotega. El cura se encuentra desaparecido desde la mañana de este 25 de septiembre, cuando fue apresado.

Zeledón Ruíz, es el rector del Santuario Nuestro Señor de Esquipulas y un colaborador muy cercano de Monseñor Carlos Enrique Herrera, Obispo de la diócesis de Jinotega y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), denunció la abogada Martha Patricia Molina.

La abogada Martha Patricia Molina, quien a través de su informe “Nicaragua: ¿una iglesia perseguida?”, desde el año 2018 ha documentado más de 700 ataques de la dictadura en contra de la Iglesia Católica en Nicaragua, denunció que no existe ninguna denuncia, ni acusación en contra del sacerdote.

Hasta el momento, se desconoce el paradero del sacerdote, porque la sancionada Policía no ha informado sobre la detención, ni ha brindado detalles hacia donde lo trasladaron.

La nueva arremetida de la dictadura en contra de la Iglesia Católica, llega después que el pasado ocho de agosto, siete sacerdotes de la Diócesis de Matagalpa, fueron secuestrados y desterrados a Roma.

Los sacerdotes desterrados a Roma el mediodía del ocho de agosto, son: Edgar Sacasa, Ulises Vega, Marlon Velázquez, Víctor Godoy, Harvin Torres, Jairo Pravia y Silvio Romero.

150 religiosos expulsados de Nicaragua

En el informe, la abogada Martha Patricia Molina señala que desde el año 2018 a la fecha, que la dictadura de Daniel Ortega ha expulsado a 150 religiosos, de los cuales, al menos 48 han sido desterrados al Vaticano, entre ellos Monseñor Rolando Álvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa.

De acuerdo con el informe, en los últimos cinco años han salido de Nicaragua 154 sacerdotes y 91 monjas, ya sea por exilio (65), expulsados (9), porque se les impidió su ingreso al país una vez que salieron (34) y por destierro (48).

El primer bloque de sacerdotes desterrados por la dictadura al Vaticano fue el 18 de octubre del 2022. En esa ocasión el régimen expulsó a 12 curas. Un segundo grupo de desterrado fue el 9 de febrero del 2023, cuando envió a Estados Unidos a un grupo de seis colaboradores de Monseñor Rolando Álvarez junto al grupo de 222 presos políticos.

Un tercer destierro ocurrió el 15 de enero de este año, cuando el régimen envió a Roma a los obispos Rolando Álvarez de Matagalpa, Isidoro Mora de Siuna y 13 sacerdotes más.

La mayoría de los curas desterrados pertenecían al gobierno eclesiástico de la Diócesis de Matagalpa.

La dictadura hizo un cuarto destierro el 8 de agosto, cuando expulsó a siete colaboradores de monseñor Álvarez. En esa ocasión, dejó en prisión al sacerdote de Estelí, Fruto Valle.

Con el arresto del sacerdote Asdrubal Zeledón Ruiz, son dos los curas que permanecen en prisión, cuyo paradero y estado de salud se desconoce.