El régimen de Nicaragua anunció el pasado viernes la apertura de relaciones diplomáticas con el Emirato Islámico de Afganistán, administrado por el Talibán desde 2021. Nicaragua es el primer país de las Américas y el quinto a nivel mundial en nombrar un embajador ante el gobierno talibán. El embajador Michael Campbell, jefe de la misión nicaragüense en China, fue designado por Ortega como representante concurrente para Afganistán.
En ese sentido, el opositor y desterrado político Medardo Mairena dijo a Darío Medios Internacional que los Ortega-Murillo tienen una política exterior basada en alianzas con regímenes totalitarios, con los cuales han fortalecido sus relaciones y acuerdos de cooperación con las peores dictaduras del mundo: Irán, Corea del Norte, varios países de África, Bielorrusia, Cuba, Venezuela, Rusia, China y ahora Afganistán, además de respaldar varias organizaciones terroristas del Medio Oriente apoyadas por Irán.
Mairena agregó que el reconocimiento al gobierno de los talibanes, como uno de los pocos países que han establecido relaciones con ellos, va en la misma línea de asociarse con todo régimen que no reconozca los derechos humanos, que adversa los principios democráticos y que niegue la igualdad de la mujer y sus derechos como personas. “Estos acercamientos son un riesgo para Centroamérica y para todo el hemisferio occidental por facilitar la circulación de peligrosos terroristas por el continente”, declaró.
Relaciones de Ortega con Afganistán traspasan líneas rojas
Igualmente, el activista opositor Héctor Mairena señaló que la apertura de relaciones diplomáticas de Ortega con Afganistán “traspasa líneas rojas y desnuda cuál es la política y los sentimientos de Ortega”. “Eventualmente, los países de las comunidades democráticas no solo deberían preocuparse por esas relaciones de Ortega con el régimen talibán, sino también tomar medidas concretas”, destacó.
Determinó que los talibanes conforman un “régimen criminal”, violador de los derechos humanos, especialmente de los derechos de las mujeres, y que “simboliza el fundamentalismo religioso más conservador”, declaró.
Mientras tanto, el exdiplomático Arturo McFields dijo en X: “Estados Unidos ha determinado que los talibanes son Terroristas Globales Especialmente Designados (SDGT) según la Orden Ejecutiva (E.O.) 13224”. “Nicaragua es ahora candidato potencial a sanciones vinculadas al terrorismo”, sustentó el exdiplomático nicaragüense, además de ser el primero en el continente americano y el quinto a nivel mundial en establecer relaciones diplomáticas con el régimen talibán”, expresó.
Afganistán es un país que sirve de refugio al terrorismo
El pasado 15 de agosto, los talibanes arribaron al primer aniversario de haber tomado el poder en Afganistán. Es un grupo fundamentalista islámico que desde 1994 ha estado al frente de la nación asiática, enfrentando la invasión de la Unión Soviética y librando una guerra de más de 20 años con Estados Unidos y sus aliados.
Los talibanes proceden de varios muyahidines, guerreros con un enérgico carácter religioso y mantienen con vehemencia su ofrecimiento de terminar con la corrupción y su ortodoxia con el islam. Los talibanes conforman una dictadura cruel e imponen castigos que van desde los azotes hasta las amputaciones, pasando por las lapidaciones colectivas, acciones inhumanas por lo cual se han ganado el rechazo de la comunidad de países democráticos en el mundo.
Igualmente, ejecutan tratos crueles y degradantes hacia las mujeres afganas, que se vieron plenamente sometidas al poder talibán y perdieron todos sus derechos, haciéndolas depender siempre de un hombre.
Sin embargo, lo que más inquieta a países del continente americano, sobre todo a Estados Unidos, es que Afganistán fue refugio para grupos terroristas como Al Qaeda y su líder Osama Bin Laden. Esta organización pasó a ser conocida en el mundo tras los atentados en Nueva York y Washington contra las Torres Gemelas y el Pentágono el 11 de septiembre de 2001.