Todo indica que el régimen de Ortega Murillo está logrando su cometido ya que esta eliminando de su camino a los altos jerarcas de la iglesia católica, que forman parte de la Conferencia Episcopal de Nicaragua CEN, y que en su mayoría han apoyado desde el 2018 al pueblo nicaragüense cuando se produjo el estallido social contra esta dictadura y han rechazado bajar la cabeza ante los caudillos del Carmen.
La reciente estocada que ha dado la dictadura sandinista con el destierro de monseñor Carlos Herrera quien fungía como presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua y estaba a cargo de la diócesis de Jinotega, demuestra la desesperación del régimen por exterminar del país a los religiosos católicos y deja en la cuerda floja al Cardenal de Nicaragua Leopoldo Brenes, que hasta el momento ha guardado silencio de los destierros de los obispos, miembros del CEN, así como del resto de religiosos católicos, que ha tenido que exiliarse para poder resguardar su vida.
Esto da señales claras que los caudillos del Carmen se van apoderar de la Conferencia Episcopal y estarán poniendo sus fichas alrededor del Cardenal Brenes, a quien muchos feligreses han criticado por su a pasividad y silencio sobre los ataques cometidos a la religión católica.
Tortura y destierro receta el régimen sandinista a los sacerdotes
Durante estos 6 años la CEN ha resistido a los encarcelamientos, acoso, hostigamiento y destierros de sus sacerdotes, recordemos que durante el 2019 Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, también miembro de la CEN de la Iglesia católica y un férreo crítico del régimen de Daniel Ortega en el marco de la crisis que vive Nicaragua, salió de Nicaragua tras recibir amenazas de muerte, podría decirse que este fue el primer movimiento importante que realizó la dictadura de Nicaragua contra la conferencia católica.
Ha esto le siguió en encarcelamiento del secretario de la CEN y obispo de la diócesis de Nicaragua. de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez, quien fue víctima de torturas durante el tiempo que estuvo en cautiverio por parte de la dictadura sandinista y fue desterrado en enero de este año.
Otro eslabón importante dentro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua era obispo de la diócesis Siuna el sacerdote Isidoro Del Carmen Mora Ortega que, el pasado 14 de enero también fue desterrado de Nicaragua por los Ortega Murillo, con es destierro de monseñor Herrera la Conferencia Episcopal queda acéfala y la espera de saber a quién se nombrará como nuevo presidente de la CEN.
En diferentes entrevistas la abogada Martha Patricia Molina ha indicado que a los sacerdotes en Nicaragua les queda solo “tres alternativas para los religiosos que se oponen a la dictadura: muerte, cárcel o exilio”, también ha expresado que la dictadura sandinista no ha conseguido hacer desaparecer por completo a la Iglesia católica, pero está trabajando para hacerlo.
Algunos feligreses católicos se han preguntado en redes sociales si el régimen de Ortega Murillo será capaz de encarcelar al Cardenal de Brenes, pues ya ha tocado a la jerarquía de la iglesia católica que este sería el paso a seguir y así dejar una iglesia a su medida, por el momento el cardenal de Nicaragua mantiene su silencio.