El Papa Francisco manifestó su profunda preocupación por la “crítica situación” en Venezuela, instando a evitar la violencia y promover el diálogo para resolver la crisis postelectoral que ha sumido al país en un estado de tensión. Durante su plegaria del Ángelus en la Plaza de San Pedro, este domingo 04 de agosto, el Papa exhortó a “todas las partes a buscar la verdad, a ejercer la moderación, a evitar cualquier tipo de violencia”, subrayando la necesidad de resolver los conflictos con un enfoque en el “verdadero bien de la población y no los intereses partidistas”.
El domingo 28 de julio de 2024, Venezuela celebró elecciones presidenciales en medio de un clima de polarización y desconfianza. El Consejo Nacional Electoral (CNE), organismo acusado de estar alineado con el gobierno de Nicolás Maduro, proclamó al actual mandatario como vencedor sin haber presentado aún los recuentos de votos que sustenten su victoria. La oposición, por su parte, asegura que su candidato, Edmundo González, obtuvo la mayoría de los votos y ha hecho públicas alrededor del 80% de las actas de las mesas de votación, las cuales, según ellos, demuestran su triunfo.
Detenciones masivas y represión
En respuesta a las protestas y manifestaciones que surgieron tras el anuncio de los resultados, el régimen de Maduro ha detenido a casi 2,000 opositores, según documentos y fuentes consultadas por esta Redacción, con la amenaza de arrestar a más personas. Estas acciones han generado una ola de condenas internacionales. Jon Finer, asesor adjunto de Seguridad Nacional de Estados Unidos, afirmó que el candidato opositor Edmundo González “obtuvo la mayor cantidad de votos” y criticó al gobierno venezolano por no haber mostrado los datos que respalden la victoria de Maduro.
La situación en Venezuela ha atraído la atención y preocupación de la comunidad internacional. Líderes de varios países europeos, incluidos Francia, España, Alemania e Italia, han condenado los arrestos y las amenazas contra los líderes políticos opositores. En un comunicado, estos líderes insistieron en que “los derechos de todos los venezolanos, especialmente los líderes políticos, deben ser respetados durante este proceso”.
Además, la Unión Europea ha cuestionado la falta de transparencia del CNE y ha solicitado una “verificación independiente” de los resultados electorales, idealmente por parte de una entidad de renombre internacional. Un análisis de The Associated Press sobre cerca de 24.000 imágenes de actas electorales, que representan los resultados del 79 % de las máquinas de votación, verificó que González recibió 6,89 millones de votos, casi medio millón más de los que el CNE atribuye a Maduro.
La influencia de las fuerzas de seguridad
La estabilidad del régimen de Maduro parece depender en gran medida del apoyo de las fuerzas de seguridad. Históricamente, en regímenes autoritarios, los dictadores mantienen el poder gracias al respaldo de un pequeño círculo de figuras influyentes, principalmente militares y fuerzas de seguridad. Este es el caso de Venezuela, donde Maduro y su predecesor, Hugo Chávez, han creado una red compleja de agencias militares, policiales y de inteligencia para consolidar su control.
Las fuerzas armadas venezolanas, con aproximadamente 150.000 miembros, están divididas entre el ejército, la armada, la fuerza aérea y la guardia nacional. Además, existen fuerzas policiales nacionales, una milicia nacional y colectivos civiles armados que apoyan al gobierno. Esta estructura fragmentada dificulta cualquier intento de golpe de Estado y asegura la lealtad a través de beneficios económicos y posiciones de poder dentro del chavismo.
El futuro de Venezuela está en juego mientras las tensiones continúan. La oposición ha llamado a las fuerzas de seguridad a respetar los resultados electorales y a proteger los derechos de los ciudadanos. María Corina Machado, una líder opositora, hizo un llamado a los militares para que actúen conforme a la Constitución.
La presión internacional, las protestas masivas y la posible deserción de miembros de las fuerzas de seguridad podrían ser factores determinantes en la resolución de esta crisis. La comunidad internacional, incluida la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ha instado a la paz y la liberación de los detenidos arbitrariamente.
A medida que la situación evoluciona, el papel de las fuerzas de seguridad y la respuesta del gobierno serán cruciales para determinar si Venezuela podrá transitar hacia una solución democrática y pacífica, o si se sumergirá aún más en la represión y el autoritarismo.