El 30 de septiembre de 2024 quedará marcado en la historia de los mercados chinos por un repunte que no se veía desde 2008. Las grandes compañías cotizadas del país experimentaron un alza significativa, registrando un aumento del 8,5 %, lo que representa la mayor subida diaria en más de 15 años.

Este impresionante rally fue impulsado por un conjunto de medidas gubernamentales diseñadas para apoyar los mercados de capitales y una creciente confianza entre los inversores, quienes temen perderse el renacimiento bursátil justo cuando comienza la Semana Dorada, un período vacacional clave en China.

Durante los últimos tres años, la renta variable china ha estado en declive, arrastrada principalmente por los desequilibrios macroeconómicos y la inestabilidad del sector inmobiliario. Sin embargo, la reciente intervención del Gobierno central parece haber provocado un punto de inflexión.

El Banco Popular de China anunció la semana pasada un fondo de 800,000 millones de yuanes (102,000 millones de euros) destinado a apoyar a las empresas en la recompra de sus acciones, así como a prestar dinero a instituciones financieras no bancarias, como las aseguradoras, para la adquisición de acciones locales.

¿Una recuperación sostenible o una falsa esperanza?

Aunque muchos inversores temen que este repunte pueda ser una falsa resurrección, el sentimiento dominante en el mercado es que hay que aprovechar el momento. El volumen de negocios en las Bolsas de Shanghái y Shenzhen alcanzó un récord histórico, con transacciones valoradas en 2,6 billones de yuanes (331,000 millones de euros).

Según Charu Chanana, estratega de mercados globales de Saxo Markets, “la velocidad de esta subida se explica por lo hundido que estaba el mercado”, destacando la percepción de que esta vez el apoyo de las autoridades es firme y significativo.

El entusiasmo por las acciones chinas ha sido tan fuerte que varias corredurías de compraventa sufrieron retrasos en el procesamiento de órdenes en sus aplicaciones, y algunas firmas de valores experimentaron un aumento en las solicitudes para abrir nuevas cuentas de inversión.

Este fenómeno refleja el creciente optimismo entre los inversores, quienes buscan capitalizar lo que perciben como una oportunidad única en el segundo mercado bursátil más grande del mundo. Incluso los hedge funds estadounidenses están reajustando sus carteras, deshaciéndose de acciones tecnológicas en favor de empresas de minería y materiales.

Entre los principales defensores de esta tendencia alcista se encuentra David Tepper, un inversor estadounidense de renombre, quien ha apostado fuertemente por compañías chinas como Alibaba y ha redoblado su inversión en las últimas semanas. Este renovado interés no se limita al mercado de valores; otros sectores también están sintiendo el impacto positivo de las políticas gubernamentales.

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Fotografía cortesía

Impulso a sectores clave: inmobiliario y materias primas

El paquete de estímulos también ha tenido efectos en el mercado inmobiliario. Tres de las principales ciudades chinas —Shanghái, Shenzhen y Guangzhou— han relajado las reglas para los compradores de viviendas, provocando que los activos inmobiliarios chinos se disparen un 14 %. Esta medida, junto con la reducción de los tipos hipotecarios para viviendas existentes y el recorte del coeficiente de reservas de los bancos, ha reavivado la demanda de propiedades.

Se espera que la refinanciación de hipotecas también impulse este sector crucial para la economía china.

Además del sector inmobiliario, las materias primas han experimentado un fuerte repunte. El precio del hierro subió hasta un 11 %, impulsado por la expectativa de nuevas construcciones de edificios e infraestructuras. El acero, otro componente clave en el desarrollo urbano, también se ha beneficiado, con un aumento del 10 %. Según expertos de Julius Baer, estos movimientos reflejan que el mercado está comenzando a valorar positivamente las medidas de estímulo anunciadas por el Gobierno chino, y no se descarta que el apoyo se extienda aún más en el futuro cercano.

La “Semana Dorada” y el impulso al consumo

En paralelo al resurgimiento de los mercados, China celebra la llamada “Semana Dorada”, un periodo de vacaciones que suele servir como indicador clave del consumo en el país. Las autoridades chinas prevén alrededor de 1,940 millones de desplazamientos durante este período, lo que se espera que impulse sectores como el turismo y el entretenimiento.

Según el Ministerio de Transporte chino, se producirán unos 277 millones de viajes al día, un incremento del 19,4 % en comparación con 2019, lo que indica una fuerte recuperación en el movimiento interno.

El turismo de larga distancia también se verá beneficiado por la reducción de los costos de transporte, con una disminución del 20 % en el precio de los billetes de avión en comparación con el año anterior. Sin embargo, algunos usuarios de las redes sociales han expresado su preocupación por el alza de precios en los establecimientos hoteleros y las aglomeraciones en los destinos turísticos más populares.

En un intento por fomentar el consumo durante estos días festivos, algunas ciudades han introducido cupones de descuento para hoteles y cines. Este tipo de iniciativas refleja el esfuerzo del Gobierno por revitalizar el consumo interno, un componente clave para la recuperación económica de China.

Un cambio de rumbo en la economía china

El optimismo en torno a la economía china se está extendiendo globalmente, aunque persisten dudas sobre la sostenibilidad de este repunte. Algunos expertos consideran que los problemas del mercado inmobiliario siguen siendo un lastre para la economía del gigante asiático, y que será necesario un paquete aún más amplio de estímulos para garantizar una recuperación a largo plazo.

En cualquier caso, el rally bursátil del 30 de septiembre de 2024 ha dejado claro que China está decidida a recuperar su papel preeminente en los mercados globales. Las políticas gubernamentales están mostrando resultados tangibles, y el país parece estar entrando en una nueva fase de crecimiento y dinamismo económico.