“Lo que hizo el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo fue un horror al borrar casi 180 años de historia de la casa solariega que heredé a mis hijos en la ciudad de León”, fueron las palabras de indignación con la que nuestro director Aníbal Toruño describió lo ocurrido con la propiedad de gran valor histórico y arquitectónico que por años les perteneció y que la dictadura confiscó en marzo de 2023, y que hoy ha sido demolida para convertirse en un centro de hemodiálisis, una práctica común que aplica la dictadura sandinista en instalaciones de opositores y críticos a su régimen.
En su momento, nuestro director denunció que la Procuraduría General de la República (PGR) y la Policía Nacional confiscaron el año pasado (2023) la vivienda y bienes de sus hijos en la ciudad universitaria.
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Según Toruño la operación fue dirigida por el comisionado general Fidel Domínguez, “el verdugo leal y confiscador del régimen”, según lo califican varios opositores de esa ciudad colonial, que prefieren el anonimato por motivos de seguridad.
“Esto es una violación que traspasa mis bienes personales”, denunció el director de Radio Darío a través de su cuenta en Twitter en ese entonces y seguido explicó que las autoridades se tomaron “los enseres domésticos que son inembargables”.
El periodista, que fue despojado de su nacionalidad junto a otros 93 nicaragüenses, ya había denunciado el congelamiento de tres cuentas bancarias.
“Este ataque tiene como objetivo claro terminar con Radio Darío”, dijo Toruño. Sin embargo, “seguimos en pie, con la frente en alto y con la esperanza de que Nicaragua vuelva a ser libre un día”, aseguró desde el exilio el también director de Darío Medios Internacional.
“Violación sin desfachatez a los derechos humanos”
La resolución de la PGR con la cual fueron despojados de la nacionalidad nicaragüense también contemplaba el decomiso de los bienes inmuebles y sociedades a favor del Estado. Pero no incluía las propiedades de familiares cercanos, no obstante, el régimen orteguista continúa confiscándolas sin descaro, dejando a familiares a la deriva.
Aníbal Toruño es uno de los 22 comunicadores críticos con el mandato de Daniel Ortega y Rosario Murillo, declarados recientemente “traidores a la patria” y privados de su nacionalidad, entre un grupo de 317 nicaragüenses.
Asimismo, el director de Darío Medios Internacional dijo en marzo de 2023 que el cierre de sus cuentas ocurrió después de su comparecencia ante la audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en Los Ángeles, Estados Unidos.
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En ese entonces, Toruño fue uno de los periodistas que participó en las audiencias públicas presenciales del 186 período de sesiones de la CIDH, que se realizó del 6 al 11 de marzo. En esa audiencia, el comunicador denunció que en Nicaragua no hay libertad de expresión, ni de prensa, y que tampoco se puede disentir o criticar al Gobierno.
Además, expresó que los periodistas “son estigmatizados como traidores, perseguidos, desnacionalizados, expropiados y desterrados del país”, y que a sus beneficiarios o familiares “las autoridades estatales les han retirado documentos personales como pasaportes, licencias de conducir y documentos de sus vehículos, sin regresárselos al día de hoy”.
Es importante recordar que, en 2018, turbas sandinistas incendiaron Radio Darío. Según denunció el periodista una bomba fue lanzada por las turbas en la recepción de la radio, extendiéndose el fuego hasta la oficina de dirección. Producto del incendio fallecieron dos personas.
En tanto, el régimen sandinista, a través de medios oficialista que controla a su gusto y antojo, anunció que en la propiedad de la familia Toruño, “avanzan las obras de habilitación del Centro para Hemodiálisis en León, un proyecto destinado a brindar atención especializada a pacientes con afectaciones graves en sus riñones”.
“Con esta acción, nos roban y borran el rastro, nuestra identidad y patrimonio, ya que es un descaro el avance de esa obra que anuncian sus medios con bombos y platillos sobre lo robado”, señaló Toruño con voz firme.
Para nuestro director, “tratar de lavar lo robado para darle valor, es como lavar el dinero del narcotráfico. Hago esta denuncia sin temor, no me van a callar. A mi pueblo le digo que volveré y que pronto habrá justicia”, culminó diciendo Toruño.